En el plano formal, los dibujos de Chaves tienen referentes tan diversos, que se exponen desde lo lúdico hasta lo real. Se trata de una ilustradora de lo grotesco, lo irreverente, lo que nadie se atreve a decir. Su trabajo incomoda a muchos, pero ha sido una ventana para educar e incentivar a las personas a hablar sobre sexo sin tapujos.